16 de enero de 2017

El mito como respuesta

Respuestas a lo desconocido

Existen muchas formas de interpretar la realidad, pero frente al uso de la razón, la mitología se sitúa en otro lugar, tratando de dar repuestas a lo desconocido y utilizando la imaginación cuando no sabe desvelar las incógnitas, de ahí la magia y la fantasía que rodean los relatos míticos. Los mitos nos informan de verdades esenciales para el ser humano mediante rudimentos simbólicos. Y desde ahí, me  adentro en el mito de Proserpina explicando el cambio de las estaciones, y desvelando otros hallazgos.
In the Garden of Proserpina, 1893 (oil on canvas) - Henry A. (Harry) Payne

Cuando el resultado del acuerdo es satisfactorio

La vida es puro acuerdo, y para ello la negociación es crucial. Quizá en ocasiones, el resultado no nos parezca justo, pero puede resultarnos satisfactorio, y eso es lo que le ocurre a Ceres cuando logra que Zeus pacte con Hades el que su hija permanezca con él en el inframundo la mitad del año, y el resto de éste suba a la superficie para estar con su madre.

El contraste como parte de la vida 

Este mito se ha utilizado durante siglos para explicar el origen de las estaciones y la transición del calor al frío y viceversa. El paso de las estaciones es fijo y responde a una cadencia de vida (primavera y verano) y a otra de muerte (otoño e invierno). Es en este contraste en el que cada estación adquiere valor, del mismo modo que cada acontecimiento y circunstancia que vivimos cobra peso. Y yo me pregunto: ¿acaso valoraríamos los momentos dulces si no viviéramos momentos amargos?, ¿acaso tendríamos referentes que nos permitieran apreciar la carencia, y la riqueza si alguna de ellas no existiera? 
¿Por qué tengo la impresión de que en Occidente nos empeñamos en buscar la luz, la limpieza, la juventud; frente a la sabiduría de Oriente que sabe apreciar la oscuridad, la sombra, la vejez, y que la pone en valor y no la destierra precisamente porque es parte de la vida?