12 de septiembre de 2016

Arteterapia y té

Me recuerdo desde siempre atraída por el arte, mi mirada occidental lo relacionaba con la expresión y la estética. Después vinieron los mitos, su poder simbólico y su lugar en lo cotidiano.

Los mitos me hicieron apreciar los ritos y ser consciente de su necesidad. La presencia de la bebida en los encuentros y rituales conjuntos hicieron que el universo del té cobrara importancia.

Mi mirada se empezó a orientalizar al descubrir el Chado, el camino del té, un recorrido que preserva la armonía, la reverencia, la pureza, la calma, y que halla su coherencia en el concepto de Arte para los japoneses, ese ritual en que se convierte toda actividad hecha desde un alto nivel de entrega, en mi caso el Arteterapia.