Arrancamos recogiendo lo que ha sido más significativo para cada participante desde la última sesión. Me llama la atención lo difícil que en ocasiones, a algunas personas, puede resultarles identificar lo más importante, lo que más nos ha marcado; y como muchas veces, es necesaria la activación a través del otro para poder recordar. Me asombra cómo puede llegar a "construirse ese recuerdo" exclusivamente con lo que se desea. Resultan curiosas también las manifestaciones en las que solo se guarda lo positivo, frente a las niñas que expresamente comentan que "lo malo es lo es importante ". Eso me lleva a los diferentes recorridos que seguimos para conformar nuestros recuerdos y en cierto modo construirnos a nosotros mismos.
En esa línea, recientemente tuve una conversación con una persona, preocupada por la educación de sus hijos y que seguía utilizando el castigo como herramienta, supongo que algunos padres/madres se ven desbordados con los comportamientos de sus hijos e hijas y no conocen otros modos de funcionar, pero sin ninguna duda se consigue más desde la motivación y la responsabilidad, desde la pedagogía del apoyo y el crecimiento, que la punitiva. El miedo puede hacer reaccionar, pero nunca va a generar cambios conscientes y estables.
Un mandala con pétalos de rosa hecho en grupo desde el corazón, puede resultar un acto significativo y creativo para recordar, especialmente si nos ayuda a estar mejor conmigo. Iniciamos este ejercicio plástico en silencio, para enlazarlo con las acciones que cada una llevamos a cabo que nos ayudan a "situarnos", a estar mejor cuando algo no va bien:
escuchar música "molona"
comer
correr
golpear la almohada
reír
llorar
gritar lo más fuerte que pueda
ver un vídeo divertido
abrazarme para quitarme el enfado
respirar profundamente
dibujar