3 de febrero de 2017

Mis acuerdos y compromisos: mi relación con ellos.

¿Por qué tenemos tantas dificultades en comprometernos? ¿Comprometerse es algo propio de los adultos, o también común en niños y niñas? ¿Crecemos con el concepto de «compromiso», o es más bien algo que surge con el transcurso del tiempo? Cuando nos comprometemos ¿sabemos lo que eso significa? ¿sabemos a lo que nos «obliga»?
  

Cuerpo y pintura para expresar

Iniciamos un viaje en el que la importancia del acuerdo y el compromiso de respetarlo están muy presentes. Utilizamos el movimiento corporal y la pintura sobre soportes poco convencionales (porexpan) para vivirlo desde el cuerpo. Se trata de, tras revisar a qué nos comprometemos, cómo y por qué, reconocer lo que hacemos después para respetarlo.

La importancia del ejemplo y el factor del miedo

Algunas participantes manifiestan la escasez de compromisos en su vida, quizá el no tener este ejemplo de manera cotidiana haga más difícil identificar, reconocer y convivir con el compromiso. A lo que habría que añadir el factor del miedo, el temor a no prometer nada para no tenerse que enfrentar con el qué hago si no lo cumplo.

El miedo pone en la balanza los recursos de que uno dispone y aquello que tiene que afrontar. Cuando ésta se desajusta es cuando el miedo aparece. Por lo tanto, es un asunto más de inseguridad y de no conocerse bien a uno mismo, lo que genera malestar y frustración.

Las personas que tienen miedo al compromiso suelen ser inseguras, les cuesta expresar las emociones y necesitan controlar para sentirse cómodas y seguras en su zona de confort. Suelen ser inflexibles y temerosas; obvian que la amenaza somos nosotros mismos, no el entorno.

En cierta forma, la falta de estrategias y de conocimiento sobre uno mismo hace que se busque justificación a la propia inseguridad y a los temores. Puede que sea cierto aquello de «haciendo lo que tememos disolemos nuestro temor», lo que supondría que dejando de estar controlados por el miedo, podemos flexibilizarnos.
Arteterapia. Ocupando mi lugar. Casa San Cristobal