Hace muchísimo tiempo, en un lugar remoto de la antigua Grecia, una familia humilde esperaba su primer bebé. El padre quería únicamente hijos varones y por eso, al nacer una niña, la abandonó en el monte a su suerte. Gracias a una osa que la cuidó y la amamantó, la pequeña sobrevivió hasta que unos cazadores la criaron.
ATALANTA se convirtió en una hermosa mujer y una admirable cazadora; muy pronto desde su libertad, decidió no casarse y mantenerse virgen para consagrarse a la diosa Artemisa; y esta circunstancia, marcó de manera significativa el resto de su existencia...
-> Abordando el empoderamiento en femenino desde la Mitología
ARTETERAPIA. "Escuchando la emoción". CASA SAN CRISTOBAL. Madrid